Queridos seguidores.

Queremos dar las gracias hoy a alquien conocida ya por nuestros alumnos por Teacher Miriam, psicóloga de profesión, y quién ha escrito este artículo para ayudar a nuestras familias a que sus peques consigan conciliar el sueño.

En primer lugar, es necesario saber que el sueño es una necesidad fisiológica. Nuestro cuerpo genera hormonas activadoras de día y relajantes durante la noche, lo que facilita la conciliación del sueño. Durante el ciclo de sueño se reorganizan nuestras experiencias y se reponen los órganos, preparándose para afrontar un nuevo día. En el caso de los niñ@s, además, ayuda a que los procesos de crecimiento y maduración se desarrollen normalmente. Por lo que, una mala calidad del sueño, puede afectar al desarrollo físico, emocional, cognitivo y social de los niños y puede tener gran impacto sobre la salud.
Para que exista un sueño de calidad es necesario que exista una rutina y unos hábitos de sueño desde la más temprana edad. Por un lado, los niñ@s necesitan seguir una rutina (actividades que se hacen todos los días de la misma manera) para sentirse seguros y tranquilos en su ambiente. Por otro lado, los hábitos repetitivos ayudan a construir un equilibro emocional que les proporciona un mecanismo importantísimo para su educación y para la construcción de su personalidad. De esta forma, se consigue que el niño@ adquiera unos valores y los vaya desarrollando poco a poco, creándose el valor de autonomía y consiguiendo un sueño de calidad y placentero.
Respecto a la creación de hábitos de sueño, existen dos corrientes bien diferenciadas:

Aunque es importante conocer ambas corrientes para tomar la decisión con la que nos sintamos más identificados, nos gustaría aclarar que desde Wake-Up no somos partidarios de dejar a los pequeñ@s llorando. Pensamos que esto puede ocasionarles sensación de abandono y derivar en conductas futuras no deseadas. Así pues, las recomendaciones que transmitimos desde nuestra escuela para la creación de una buena higiene del sueño se exponen a continuación.
 

Pautas para la creación de buenos hábitos de sueño
Acostarse es un proceso natural pero complejo, en el que la madre o el padre interviene para ayudar al niñ@a relajarse, a tranquilizarse, a estar sin la persona adulta y, en definitiva, a conciliar el sueño. El aprendizaje de estas rutinas favorecerá la adquisición del hábito, pero hay varios factores que deben tenerse en cuenta. Planificación antes del sueño
Es necesario decidir el espacio, el lugar y las condiciones ambientales idóneas para favorecer que el sueño sea de calidad. Por ello, es importante tener en cuenta los siguientes factores:

Planificación del momento del sueño
Dado que el niñ@ está en constante actividad, es importante realizar determinadas actuaciones para controlarla, detenerla, y poder inducir el sueño. Como se ha mencionado anteriormente, la rutina a la hora de dormir es muy importante, puesto que la repetición genera seguridad y hacerlo todos los días de la misma manera, les ayudará a reconocer el momento de dormir y les incitará el sueño. En este sentido, desde Wake-Up las rutinas o rituales que recomendamos seguir para la inducción del sueño son las siguientes:

Es importante tener en cuenta que todas estas consideraciones deben ser adecuadas a la edad, respetando sus horarios siempre, incluso en fines de semana y festivos. Pues, una vez que una familia toma la determinación de respetar unos determinados hábitos de sueño, lo aconsejable es ser fiel al mismo. Realizando cada día la misma rutina, el bebé o el niñ@ irá poco a poco entendiendo que es el momento de ir a la cama y llegará a adquirirla de forma natural.
En definitiva, si los niñ@s perciben el sueño como una experiencia agradable resulta mucho más sencillo que adquieran hábitos saludables, que duerman sin problemas, lo que necesitan y, por tanto, que se sientan mejor en las horas de vigilia.
Una buena actuación de las personas adultas y un ambiente agradable y relajante ayudarán a conseguir un sueño de calidad.